La mamadera de gallo

 

Feb 09, 2019 – Cuando en septiembre de 1961 llegamos a Venezuela, hace 57 años y 5 meses y teniendo yo 11 añitos de edad, tuvimos que aprender un nuevo léxico, entre el cual se encontraba la expresión “mamadera de gallo”.   Recuerdo que a mis padres les chocaba tal “modismo”, así como eso de “comer bollos pelones”.   Ja…!!!  Si me está leyendo un cubano, sabría lo que quiero decir.

Mamadera de gallo”, para los venezolanos, es equivalente a decir “tomadera de pelo”: ¡un MISERABLE engaño!  A los venezolanos les han mamado gallo, del bueno, durante 20 largos y tormentosos años: ¡si no más!  Los venezolanos han demostrado tener una infinita capacidad de aguante para que les mamen gallo.

Cuando Fidel Castro llegó al poder en Cuba, en enero de 1959, le mamó gallo a la inmensa mayoría de los cubanos… por un ratico.  Sin embargo, ahí mismito los cubanos captaron el engaño y se lanzaron a la “contra-revolución”.  Quemaron infinidades de sembradíos de caña, entre muchos otros sabotajes; se organizaron en resistencia ARMADA; intentaron más de 200 atentados para eliminarlo; abrieron dos fuentes de guerrillas, en el Escambray y en la provincia de Camagüey… e invadieron Cuba en dos oportunidades, siendo la más famosa de ellas: la Invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961… traicionada, por cierto, por el gobierno “americano” de John F. Kennedey.

 

 

A Castro le fue difícil “mamarles gallo” a los cubanos por un tiempo prolongado, razón por la cual tuvo que acudir al paredón de fusilamiento, donde murieron decenas de miles de cubanos dignos, patriotas… al grito de “¡Viva Cristo Rey!”.  Durante la guerra de Angola (que duró 27 años), antes de los fusilamientos, Fidel ordenó que se extrajera toda la sangre de los condenados a muerte, para ser empleadas en los hospitales de campaña en esos escenarios bélicos, tanto en Angola como en Zimbawe, El Congo… y paremos de contar.

A los Castro les fue mucho más fácil mamarles gallo a los venezolanos, a quienes pusieron a marchar y a votar durante casi 20 años… y todavía hoy, esa mamadera de gallo continúa: ¡MISERABLEMENTE!

Mamarles gallo a los “gringos” no es una tarea difícil, sin embargo, la capacidad de los “americanos” para ser engañados tiene un límite mucho más limitado.  En EE.UU. existen analistas que detectan la mamadera de gallo de inmediato… el problema está en que le llegue el alerta al presidente de este país, a través de sus asesores.

Sin embargo ese alerta sobre la mamadera de gallo, ya le ha llegado al presidente Donald Trump, quien – aunque Uds. no lo crean – es un poco zocotroco.

 

 

 

Ayer me llamó un amigo de muchos años, que está “enchufado” en la interminable cadena de asesores del presidente Trump, horrorizado por lo que le declaró Fabiana Rosales de Guaidó a una periodista de Telemundo, sobre su devoción a Michelle Obama, quien podría ser la contrincante de Trump en las próximas elecciones presidenciales.  Me dijo que en el “círculo íntimo” del presidente estaban todos contrariados y consternados.  Entonces le eché el cuento de cómo los cachicamos (los armadillos) trabajan para las lapas (para las jutías) y creo que me entendió… aunque no estoy muy seguro.

Mencionarle a Donald Trump el nombre de Michelle Obama es como mencionar el mecate (la soga) en la casa del ahorcado.  Ya me podría imaginar a Donald imaginándose liberando a Venezuela para montar en el gobierno a un “progresista” que, a la vuelta de un corto tiempo, podría ayudar a financiar la campaña de la “tercia” (de la “fulana“) que le podría serruchar su manguanga: ¡Michelle Obama!

Al final del cuento, es como diría mi recordada y añorada Abuelita Carmelina, QEPD: “¡nadie sabe para quién trabaja!

Miami 9 de febrero de 2019

Robert Alonso

Robert Alonso Presenta

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