De tal palo…!

Ha hecho una verdadera sensación la entrevista que le hiciere José Domingo – “Mingo” – Blanco al neo-analista político y abogado Juan Carlos Sosa Azpúrua… mejor conocido en los predios faranduleros como “Muñequito de Torta”, quien no hace mucho descubrió que Juancito Trucupey, alias “Juan Guaidó”, había traicionado al pueblo de Venezuela y a él, en particular.

En el caso de “Muñequito”, no fue un engaño: ¡fue una mamadera de gallo! ¡Se lo mamaron en cruz!  “Lo agarraron de bobo”, como hubiera sentenciado – muy acertadamente – mi difunta, recordada y muy-amada Abuela Carmelina, QEPD.

JCSA (otro de sus seudónimos), ha brincado más que un saltaperico.  Primero fue de aquel mamotreto que mentaron “Salva Tu Voto” y promovió la “salvadera” del voto, es decir: ¡la abstención!  Fue su mejor época, en cuanto a su incursión en la política se refiere.

Estando en esa etapa “azul”, era bien asesorado por su lugarteniente, Noel Leal… quien siempre ha estado más claro que el agua clara.  Quien suscribe, en una oportunidad, invirtió unas cuatro horas conversando con “Muñequito” vía Sype, dándole consejos prácticos… pero hizo como los chinos, diciéndole sí a todo para al final hacer todo lo contrario.

Cuando Ratonski se lanzó como candidato presidencial, “Muñequito” se le regaló y lo apoyó… a pesar de haber promovido la abstención absoluta y de haber explicado en sus charlas a lo largo y ancho del territorio nacional, por qué participar en farsas electorales era (y es) malo para la salud de Venezuela.

 

 

Un día se compró (o le regalaron) un librito que Leopoldo López, supuestamente, había escrito mientras dicen que estuvo preso en Ramo Verde, desde donde – a distancias – empreñó a su esposa Lilian, quien ha quedado más desplumá que un gallinazo… y ya ni llora.

Luego de leer “la obra” del Leo, “Muñequito” despertó y descubrió que era a él (a Leopoldo López) con quien se debía rejuntar, dejando a su catarata de seguidores como pajaritos en grama: ¡en la calle y sin llavín!  El primero en protestar fue su mentor y asesor político, Noel Leal… luego le siguieron otros.

En esa etapa de su vida, hizo una fuerte amistad con el “Diputado Picachú” (Freddy Guevara), el mismo que promovía La Guarimba de 9 a 5.  Es decir: comenzando a las 9 de la mañana y parándola a las 5 de la tarde.  Esa amistad continuó hasta el día de hoy y es muy probable que hizo alusión a Guevara cuando habló con Mingo sobre un gran amigo (con quien conversa todos los días) cercano a Guaidó.

 

 

 

No pasó mucho tiempo para que “Muñequito” despertara de su noche de copas y se dejara deso.  Se dio cuenta de que con Leopoldo no irían pal baile y, entonces, brincó la talanquera para el bando de la MariCori y ahí se instaló.  Para entonces, la MariCori era mudera.

 

 

Apoyó a la MariCori hasta que apareció Trucupey en el panorama político de Venezuela y le dejó el pelero a la “Juana de Arco” venezolana para empatarse, a distancia, con el “Muchacho de Vargas”, a quien le brindó su más profuso apoyo.

Ojo: ese es el personaje que se ha convertido, últimamente, en una referencia política para millones de pobres, infelices, ingenuos y NOBLES venezolanos.  Está hasta en la sopa de los medios sociales y aterrizó, no hace mucho, en el estudio de RCR para denunciar, frente a Mingo, la traición de Juancito.  ¿Qué tal?

Salvo lo referente a su teoría sobre la DEA, todo lo que le dijo a Mingo y todo lo que Mingo le dijo a él, lo comparto en un mil por ciento.   Si alguna vez “Muñequito” ha estado tan claro, ha sido en esta entrevista.  Lo malo es que pio tardísimo.  Vino a descubrir el agua tibia cuando ya el agua caliente había sido descubierta.

No es el momento de explicar por qué Juan Carlos mea fuera del perol con respecto a la DEA… eso sería tema para otra publicación.  Solo les puedo asegurar que, después de más de 10 años colaborando con esa institución, lo menos que quisiera la DEA sería acabar con el tráfico de estupefacientes a nivel mundial y Venezuela se ha constituido en un importante puerto de exportación para la droga que se cocina en la hermana república con la finalidad de inundar el mercado de consumo en Estados Unidos, por consiguiente: la DEA no está interesada en acabar con ese factor, aunque parezca una paradoja.

Por publicar en Twitter lo que “Muñequito” terminó diciéndole a Mingo, bloqueó a medio mundo.  A mí no: ¡a mí me bloqué muchísimo antes!

 

¿Anomalía Generalizada y Sostenida?

Muchos de mis lectores se han venido preguntando por qué Robert Alonso desapareció – una vez más – de los medios.  Unos pensaron que estaba muerto… otros: ¡que estaba de parranda!

Tanto Twitter como Facebook me bloquearon.  He luchado casi medio siglo por la libertad, entre otras cosas: por la libertad de expresión y ahora, cuando estoy a punto de cumplir setenta años de edad, siento amenazada mi libertad de expresión a través de medios que deberían ser “liberales”.

Facebook me bloqueó por llamarle “cholito” a Jaime Bayly… a pesar de que Jaimito: ¡es cholito!  Twitter, por el contrario, me bloqueó por promover, por milésima vez: el “Carrazo”.

Estos dos bloqueos fueron parte de mi silencio, pero – además – está el factor fastidio.  Ya el tema de Venezuela se ha vuelto fastidioso.  Ojo… no solamente para mí.  Creo que los americanos también se han fastidiado del tema.

Todas las tardes, desde Miami, escucho (y veo) a Nehomar Hernández y a Daniel Lara Farías en su programa por RCR, “Y Así nos Va”.  También escucho (y veo) a Mingo: “Por Todos los Medios”.  De vez en cuando me paseo por el canal de la Patty, para ver qué nuevo escándalo tiene en cartelera y trato de no pelarme las intervenciones de la Nitu Pérez Osuna.

Por cierto, Nitu está escandalizada con la campaña – según ella – de extorsión en su contra.  Yo diría: de difamación, ya que la extorsión es la presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas, para obligarlo a actuar de manera determinada y obtener así un dinero u otro beneficio.  Que yo sepa, la Nitu no ha sido amenazada: ¡ha sido difamada!

 

 

En adición a la FALSA ACUSACIÓN en torno a que Nitu (o su familia), se robó un edificio, la han acusado de ser miembro del G2 cubano: ¡eso es una difamación!   Pero a ella no le debería de sorprender, porque es uña y carne de la Patty, una gran difamadora… quien fue la primera en acusar a alguien – ¡a mí! – de ser miembro del G2 cubano por denunciar a los sinvergüenzas de la MUD… cuando la Patty era mudera.   Solo restaría maldecir a la Nitu con aquella maldición gitana: “¡que entre difamadores te veas!”

 

 

Escuchando (y viendo) a la Patty… a Mingo, Daniel Farías, Nehomar Hernández y a la Nitu Pérez Osuna, día tras día: todo es repetitivo.  Además, todos ellos insisten en llamarle presidente a Juancito Trucupey, cuando sabemos – de sobra – que Juancito no es presidente (interino) de otra cosa que no sea de la fulana Asamblea Nacional Bolivariana de Venezuela.

¿Será que en Venezuela existe una anomalía generalizada y sostenida?  Se dice, recurrentemente, que la mezcla genética del indio con el negro y el español, ha generado un fenotipo de mujer que está entre los más hermosos del universo sideral.  ¿Será que esa mezcla también produjo una cuerda de anormalos y de anormalas?  No lo sabemos.  Los científicos no se han pronunciado al respecto.

Es incomprensible e inexplicable cómo la inmensa mayoría (por no decir la totalidad) de los periodistas y analistas políticos venezolanos… sin contar con el pueblo de a pie, persiste en llamarle presidente a Juancito Trucupey, cuando él mismo firmó el “ESTATUTO QUE RIGE LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA PARA RESTABLECER LA VIGENCIA DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA“, en el cual se lee – claramente – en su artículo 25, que para que la fulana asamblea pueda nombrar a un presidente encargado, PRIMERO DEBE CESAR LA USURPACIÓN.

 

 

¿Ha cesado la usurpación en Venezuela?  ¡No!  Por el contrario, se ha aumentado, ya que Trucupey está usurpando uno de los dos poderes: el ejecutivo o el legislativo.  Si es presidente encargado (cabeza del poder ejecutivo), no podría ser presidente de la asamblea (cabeza del poder legislativo), pues estaría usurpando la presidencia de uno de los dos poderes.  ¿Entonces?

Nitu, Patricia, Mingo, “El Muñequito”, Diego Arria, la MariCori… y La Mamá de Tarzan, entre la inmensa mayoría de los venezolanos, siguen insistiendo en que Juancito Trucupey es el presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela: ¡pa’su madre!  ¿Qué bicho los habrá picado?

Si revisan el mencionado “estatuto”, verán que la primera firma del fulano documento: ¡es la de Juancito Trucupey!  ¿Entonces?  Ahí está más claro que el agua clara y que el chocolate espeso.

 

 

No debemos olvidar ni pasar por alto aquel adagio jurídico que reza: “donde la ley no distingue, no pueden distinguir los intérpretes”.  Mientras haya USURPACIÓN, no puede haber “presidente encargado”: ¡punto! ¿Hay o no hay usurpación en la Venezuela del 15 de junio de 2019, cuando he publicado este artículo?  Si hay usurpación: ¡no hay presidente encargado!  Así de sencilla es la guarandinga. ¿Vamos a seguir con la macoyita?  Es como que si yo firmara un documento advirtiendo que soy ateo… y el resto del mundo me llamara “Señor Obispo”.  ¿Obispo de qué carajo?  Pero la cosa es peor aún.  Luego de haberme declarado ateo, yo mismo me presento como el “Señor Obispo”.  ¡Cosas de locos!

Hace unas semanas me pregunté qué sentido tenía seguir escribiéndole a una cuerda de lectores que persiste en aceptar que Trucupey es el presidente encargado de Venezuela.  Es, como hubiera dicho José Martí: ¡arar en el mar!

Ya están todas las cartas sobre la mesa… o mejor dicho: ¡ya está LA CARTA sobre la mesa!  Esa carta es la “cohabitación”.  Lo hemos visto ya en todos aquellos países bajo la bota castro-estalinista: Angola, Nicaragua, Cuba y – por supuesto – Venezuela.  Ese pueblo venezolano debe prepararse para las futuras e inmediatas “elecciones” y para pasar hambre y necesidad por muuuuuuuchas décadas.

¡La astilla del mismo palo!

Ahora, para culminar este largo ensayo, les quiero llamar a una reflexión extremadamente básica.

En qué cabeza sana cabe que en una tiranía castro-estalinista, como la que depreda y destruye a Venezuela, se permita un “gobierno paralelo” con un “presidente encargado opositor”.  A ver… que alguien me lo responda.

Una guarandinga así no hubiera sido posible en una dictablanda como la de mi general Marcos Pérez Jiménez.   ¡¡¡Pedro Estrada hubiera hecho crisis…!!!  ¿Uds. se imaginan a mi general Augusto Pinochet permitiendo un presidente encargado durante su gestión para componer a Chile, luego de la destrucción sistemática que se produjo durante el régimen de Salvador Allende?

¿Se imaginan a Idi Amín Dada permitiendo en Uganda un gobierno “opositor” paralelo o a Fidel Castro permitiendo que Tony de Varona fuese el presidente encargado de Cuba, dentro de la isla, durante el comienzo de la década de los sesenta? ¡No coman mierda!

Se las voy a poner de bombita.  Imagínense que le entregan un tronco seccionado de una mata de mango y que Uds. le corten una astilla a ese tronco.  Siempre será una astilla del tronco de una mata de mango: ¡jamás podrá ser una astilla del tronco de una mata de guayaba!  De ahí el famoso refrán: “¡de tal palo tal astilla!

Apenas Trucupey se declaró presidente encargado de Venezuela pronostiqué que sería más detestado que el propio Chávez o que el zocotroco de Maduro.  Hoy muchos me preguntan cómo fue posible que, desde un principio y cuando Venezuela entera adoraba a Guaidó, yo hubiera podido haber asegurado tal cosa.

 

 

La respuesta es muy sencilla: ¿de dónde viene Juancito?  Trucupey viene del mismo saco de sátrapas de la fulana Asamblea Nacional Bolivariana.  Para ser aceptado como diputado de esa “asamblea”,  primero tiene uno que pasar por un minucioso filtro.  Si Robert Alonso se hubiera lanzado como candidato del parlamento bolivariano: ¡no hubiera sacado un solo voto!  Todos los diputados “opositores” de esa fulana asamblea, son o han sido CONCHUPANTES… apátridas y traidores.  ¿De dónde viene Trucupey? ¡Viene de las entrañas de esa fulana asamblea!

De tal palo: ¡tal astilla!

Miami 15 de junio de 2019

Robert Alonso

Biografía

Robert Alonso Presenta

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