Conversando con Daniel Lara II

En esta conversación con Daniel Lara Farías, hablamos de los traidores y de las traiciones, intentando explicar por qué el régimen de los Castro en Venezuela ha podido permanecer tantos años destruyendo y depredando a Venezuela hasta sus huesos.

Una vez amparado por la seguridad de varios factores y permitiendo que ciertos actores pudieran salir de Venezuela, tuve la gran suerte de toparme con un periodista dispuesto a darle un espacio a esa porción de la verdad que conozco muy profundamente.  Fue así como, por primera vez, hablé de cómo un movimiento libertador fue traicionado, miserablemente, por la “oposición” incipiente de entonces: los líderes de la tristemente-famosa “Coordinadora Democrática”, en las manos – por aquella época (2003-2004) – de Enrique Mendoza, cuya traidora misión culminó en la madrugada del 16 de agosto de 2004, cuando abandonó la tarima, a raíz del Referéndum Revocatorio, para perderse en la infame historia contemporánea de Venezuela… aunque pasado los años, unos 15… para ser exacto, parece que ha decido regresar “al ruedo”, ahora enchufado a eso que mientan “Frente Amplio – Venezuela Libre”, una mutación de la “Mesa de la Unidad Democrática“, que a su vez fue la mutación de la “Coordinadora Democrática”, el mismo perro con tres collares diferentes.

Los infiltrados de Altamira

La primera Guarimba que conocieron los venezolanos, comenzó – fatídicamente – el 27 de febrero de 2004 a las 6:30 de la tarde, convocada – a destiempo – por Enrique Mendoza.  La misma fue infiltrada por elementos del régimen, individuos que luego fueron a conformar los temibles “colectivos”, que entonces no se conocían.

En la tarde del 4 de marzo de 2004, justamente en las avenidas Luis Roche y San Juan Bosco de la urbanización Altamira Sur, en Caracas, se produjo una verdadera masacre, que la inmensa mayoría de los venezolanos desconoce… como desconoce tantos incidentes, tantas historias y tantas traiciones por parte de quienes se beneficiaron con la confianza de un pueblo mayoritariamente opositor.

Yo estuve allí intentando aplacar los ánimos de muchos vecinos del sector, una zona de clase media-media y alta.  Muchachos que se desplazaron para confrontar con las fuerzas militares que estaba estacionada en la Av. Luis Roche, saliendo del distribuidor de la Autopista del Este.

La idea de La Guarimba era trancar y “enguarimbarse”, es decir: refugiarnos en nuestras “guarimbas”, recordándoles a los lectores que “guarimba” es un vocablo arahuaco de las etnias ancestrales caribes, que significa “refugio”: ¡no barricada!   Por nada del mundo se debía confrontar ya que el grueso del pueblo no estaba ni está en la capacidad de confrontar a las fuerzas armadas de la tiranía castro-estalinista… una labor que se le había asignado a otro estamento, entrenado y apertrechado para tales fines, que ahora no vienen al caso.

Siendo como las cuatro de la tarde, se hizo presente en el sector del conflicto, un grupo de facinerosos, muchos de ellos encapuchados.  Por su vestimenta y modo de expresarse verbal y corporalmente, era más que evidente que no eran vecinos.  Venían apertrechados con unos cohetes que dispararon hacia los militares; estos no respondían.  Estuvieron en la zona un par de horas  y como vinieron todos juntos: ¡se fueron!

Al irse el grupo de “malandros”, comenzó la masacre.  Los militares se adentraron en la urbanización por las avenidas mencionadas y comenzaron a disparar con armas de guerra.  Difícil saber cuántas bajas hubo.  Mis suegros vivían en el Edf. Mayflower de la Ave. San Juan Bosco, justo frente a la parte sur de la Plaza Altamira y allí me refugié.   Desde el balcón del apartamento de mis suegros, escuchaba los gritos y las súplicas de los muchachos que estaban siendo masacrados por los militares.  Fue terrible.

Video publicado por el régimen mostrando a los “vecinos” de Altamira haciendo destrozos

 

Así no era La Guarimba

Al día siguiente recibí una llamada de un periodista del Universal, llamado Oscar Medina, quien me hizo una entrevista vía telefónica.  La misma fue publicada tres días después:

 

 

A partir del día 8 comencé a recibir mensajes en mis buzones electrónicos donde se me acusaba de haber sido el culpable de tantas muertes.   Me refugié unos días en la casa de mi madre, en La Colonia Tovar antes de partir hacia la clandestinidad y, finalmente: ¡al exilio!

Miami 30 de agosto de 2019

Robert Alonso

Biografía

Lectura y videos recomendados:

Capítulo “La Guarimba”, del libro “Cómo se Perdió Venezuela”

Plan de Acción Libertaria

 

“El Concierto del General Aponte-Aponte”

“Todos Contra La Guarimba”

“Cómo Funciona La Guarimba”

La Guarimba de Berlín

Robert Alonso Presenta

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